Por mucho que nos resistamos a creerlo, no hay vuelta atrás, el verano llega a su fin y en apenas unos dÃas estaremos dando la bienvenida al otoño. Con él, se abren las puertas de los que son los meses más frÃos del año. Sin embargo, lejos de convertirlos en dÃas largos y tristes recluidos en el interior de los hogares, vamos a verlos como la oportunidad de explotar al máximo la calidez que solo un hogar sabe darnos. Un chocolate calentito, una peli bajo el calor de la manta, una noche de sueño reparador bajo la protección del nórdico, un baño con agua caliente, el olor de una sopa recién hecha… Hablamos de PLACERES en mayúsculas que solo podemos disfrutar cuando bajan las temperaturas, ¡y que nos esperan a la vuelta de la esquina! Pero, por mucho que nos empeñemos en convertir nuestro hogar en un oasis invernal, hay una condición que puede despertar todas las alarmas. Hablamos de la condensación. ¿Tú también la sufres en casa?
La humedad es el compañero de viaje del descenso de las temperaturas, y puede afectar a una vivienda de diferentes maneras, en función del origen de la misma. Sin embargo, hoy hablamos de una muy común, la condensación, que tiene lugar por el choque de temperaturas entre el exterior y el interior. Sin embargo, hay situaciones que pueden agravar esta situación, como es, por ejemplo, no contar con una ventana de calidad. ¿Qué componentes de la misma debemos tener en cuenta? - El vidrio: lo recomendable es contar con un doble acristalamiento y bajo emisivo. - El perfil: el material del que está hecho es fundamental, siendo el PVC el más aislante de todos. - La persiana: contar con una buena persiana puede suponer la diferencia entre disfrutar de un hogar libre de condensación o no. ¿Y cómo sé que lo que tengo es condensación? Uno de los primeros sÃntomas es ver que, en los dÃas más frÃos, las ventanas se llenan de vaho e, incluso, están algo mojadas. En estos casos se suele decir aquello de que "las ventanas lloran". Por su parte, la condensación puede derivar en la aparición de moho en las paredes, sobre todo en el contorno de la ventana. Todo ello implica varios problemas: - Un mal aislamiento. - Una gran pérdida energética. - Facturas de calefacción más elevadas. - Problemas de salud, principalmente de carácter respiratorio. ¡No os olvidéis de ventilar! Más allá de contar con una buena ventana, hay una práctica que debe ser diaria en todos los hogares, sin excepción, y es la ventilación. Al ventilar permitimos que el aire del interior se renueve yexpulsamos la humedad producida durante la noche por la respiración. Y no os preocupéis, porque esto no va a hacer que se pierda calor. ¿Cuáles pueden ser los efectos de no ventilar? Además de la ya mencionada condensación, hay varias dolencias fÃsicas y psÃquicas que pueden estar derivadas de una mala ventilación, como puede ser el estrés, los problemas respiratorios, la hipoxia, el aumento de monóxido de carbono en el cuerpo…
¿Qué tipo de ventilación podemos llevar a cabo? 1. La ventilación natural: consiste en abrir las ventanas por la mañana durante unos 15 minutos. 2. La ventilación cruzada: es la más rápida y efectiva. Se trata de abrir ventanas que se encuentren en lados opuestos de la casa, para que el aire pueda circular. 3. La ventilación forzada: se realiza con elementos mecánicos. ¡Recordad! Ventilar es fundamental para disfrutar de un hogar saludable.
Fuente:facilisimo.com
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