La fecha de implantación del nuevo Euríbor ha sido pospuesta a la segunda mitad de 2017, pero las autoridades europeas siguen trabajando para su consecución, aunque aún no se conocen detalles de cómo podría afectar a las hipotecas.
El nuevo Euribor es en realidad una nueva forma de calcular el índice al que se vinculan la mayor parte de las hipotecas a tipo variable que se firman en España, el Instituto Europeo de Mercados Monetarios -EMMI- ha comunicado que será en 2017 cuando entre en vigor y no en el presente año, como se había previsto en primera estancia.
La implantación del nuevo Euribor no es sencilla, ya que se trata de un cambio profundo que necesita además de logística concreta, las entidades financieras necesitan contar con los medios necesarios para poder hacer los nuevos cálculos y enviar los datos necesarios sobre los que se calculará el índice.
La reforma de la fórmula de cálculo del Euribor que ha dado lugar a hablar de nuevo Euribor es un cambio que tiene como objetivo, según la UE, ofrecer a los hipotecados un índice de referencia más justo y adaptado a mercado, se busca controlar más a las entidades e implantar una forma de cálculo del índice de referencia más justa y más segura. Evitar las manipulaciones es el fin último de este nuevo Euríbor.
El impacto que tendrá esta nueva forma de cálculo del índice de referencia hipotecario más popular y habitual no se ha determinado hasta el momento, por lo que la Unión Europea ha visto necesario hacer un análisis de impacto, previo a la implantación, para asegurar que el nuevo Euribor funcionará según lo previsto en el mercado actual y que el cambio es viable.
Aún no se ha matizado cuál será el resultado de este cambio para las hipotecas, ya que no se trata de un cambio en las condiciones ni en las características que definen al Euribor, sino una modificación profunda en la forma de cálculo. Los expertos esperan que como resultado de esta nueva fórmula, el índice de referencia sea más real, de acuerdo con las condiciones del mercado, pero no hay un impacto ya valorado por lo que desde el EMMI se ha estimado necesario el retraso de su implantación y la realización previa de una prueba para poder valorar las consecuencias en base a una prueba piloto.
• El Euribor se calcula en base a estimaciones de mercado, a predicciones o previsiones que las entidades financieras estiman que serán reales, pero existe obviamente un margen de fallo o falta de exactitud como corresponde a una estimación.
• El nuevo Euribor ya no se calculará en base a previsiones, sino de acuerdo a las operaciones reales que se hayan llevado a cabo entre bancos, empresas, aseguradoras, fondos de pensiones y de inversión y algunas entidades oficiales. En el caso de España: el Instituto de Crédito Oficial(ICO) y el Fondo de Reestructuración (Frob).
• La nueva base que se pretende implantar para el cálculo del Euribor requiere de la participación de la mayor parte de las entidades financieras implicadas, es necesaria su participación en el envío de datos para que el nuevo Euribor sea un éxito.
• Durante este mes de septiembre, las autoridades europeas esperan recopilar el apoyo y los datos de las entidades colaboradoras para realizar el test sobre la aplicación del nuevo Euribor, cuyos resultados esperan tener listos en marzo y en base a ellos, si todo va según lo esperado por el EMMI, implantarán la nueva fórmula de cálculo en junio de 2017.
A la espera de los resultados del estudio, las asociaciones de usuarios y consumidores se muestran expectantes ante la falta de concreción, existen dudas sobre si el nuevo cálculo elevará de nuevo el Euribor que actualmente presenta valores en negativo, lo que resulta muy ventajoso para los titulares de hipotecas con este índice de interés hipotecario. Tanto los clientes como las propias entidades esperan los próximos meses, cuando se realice el test, para verificar, si el cambio de la fórmula de cálculo, dará como resultado un nuevo Euribor más alto y que, por lo tanto, encarecería las hipotecas o no.