Hace ya poco más de un mes que en España ni se pueden vender, ni por tanto comprar, luminarias halógenas para uso público y comercial. La prohibición europea de comercialización entraba en vigor el pasado 1 de septiembre.
La eficiencia es el reto en la iluminación y en ese capítulo, los focos halógenos han perdido la batalla frente a los LED mucho más eficientes y ecológicos, por tanto. La prohibición de vender bombillas halógenas ya es una realidad y pretende incentivar el desarrollo de tecnologías de iluminación más eficiente. De momento, los LED son los sustitutos naturales de los focos de halógeno.
La prohibición europea es de momento parcial, ya que no afecta a todo tipo de lámparas halógenas, sino sólo a un tipo de ellas, concretamente a las que de manera habitual se habían estado colocando en espacios públicos y comerciales como tiendas. Los focos halógenos de uso doméstico no se incluyen en esta primera fase de prohibición que se inició el 1 de septiembre, se retrasa hasta 2018, pero también es un tipo de iluminación que tienen los días contados.
Las existencias que aún tengan los comerciantes de halógenos sí pueden ser vendidas aún, pero ya no se pueden recibir nuevos pedidos de este tipo de productos, por lo que las cuentas hechas por el sector, aseguran que en pocos meses, menos de seis, la compra de halógenos será definitivamente imposible.
Aunque el 1 de septiembre se ha hecho oficial la desaparición de los comercios de los focos halógenos, los números de ventas y comercialización de este tipo de luminarias confirman que el cambio hacia la iluminación más eficiente y ecológica ya se había puesto en marcha en España antes, en 2010.
• Las lámparas de LED ya suponen más de la mitad de las ventas dentro del sector. Esta tecnología ya suponía el 50 por ciento de la facturación del sector en España, que el año pasado superó los 1.280 millones de euros en todos los tipos de productos de iluminación.
• Las lámparas halógenas, según datos de la organización mayoritaria del sector, suponen menos del 10 por ciento de las ventas del mercado de iluminación. Desde 2010, se había emprendido una coherente y paulatina transición hacia productos más eficientes que culminará previsiblemente en 2018.
• Las bombillas de bajo consumo fueron los primeros productos eficientes que se incorporaron al sector para ofrecer al consumidor unas luminarias más eficientes, luego han llegado los LED para sustituir a los focos halógenos.
• La industria se han mostrado optimista frente a la prohibición y el cambio, y augura una correcta eliminación de los dispositivos halógenos en España en los plazos previstos por la Comisión Europea.
• Ya hay en el mercado hay alternativas LED para la mayoría de los modelos de foco que usan halógenos, por lo que los consumidores no tienen que alarmarse ni deberán asumir grandes cambios ni gastos adicionales.
La Unión Europea, de la que parte esta normativa que prohíbe la venta de halógenos, esgrime las razones de calidad, eficiencia energética y durabilidad que presentan los focos LED frente a la tecnología halógena; como ya ocurriera en 2012, cuando se vetaba la comercialización de bombillas incandescentes en esta misma línea de búsqueda de la mejor tecnología para la iluminación.
El ahorro para los ciudadanos europeos es también una razón vital para las autoridades europeas, según la Comisión Europea, la instalación de iluminación más eficiente permitirá a los usuarios ahorrar una media de 115 euros durante la vida de uso de las bombillas de nueva generación, al mismo tiempo que se reducirá, en términos globales, el equivalente al consumo anual de electricidad de Portugal.
Los LED frente a los halógenos ganan en seguridad, ahorro y eficiencia por lo que lo más recomendable es que sin esperar al 2018 también los usuarios domésticos de halógenos se pasen a los LED.