Con la llegada del verano llegan también los días más largos, el sofocante calor y el consiguiente aumento del gasto en aire acondicionado, el continuo abrir y cerrar de la nevera para consumir bebidas y alimentos frescos… todo esto puede incrementar de forma notable el consumo energético. Antes de que te lleves las manos a la cabeza al ver la factura eléctrica ¡apunta estos consejos!
- Del congelador a la nevera
A la hora de descongelar alimentos en lugar de sacarlos del congelador y ponerlos a temperatura ambiente, pásalos del congelador al frigorífico. La baja temperatura a la que se encuentran estos alimentos hará que el frigorífico pueda aprovechar el frío que desprenden al mismo tiempo que el alimento se descongela de forma mucho más gradual.
- Ventilador(es) antes que aire acondicionado
Un ventilador puede consumir hasta un 90% menos que el aire acondicionado y en la mayoría de veces basta con el mismo para conseguir una temperatura agradable. El lugar en el que se sitúe el ventilador es también esencial para conseguir un ambiente óptimo: este debe situarse en el techo o en las zonas más frescas del hogar.
- No bajes el aire acondicionado de los 25ºC
Si aun así optas por el aire acondicionado, procura que la temperatura no baje de los 25ºC. De esta forma ahorrarás tanto en energía como en resfriados ;) Se estima que por cada grado que disminuyas el aire acondicionado, de media, según EVE (Ente Vasco de la Energía), el consumo de energía aumenta un 8%.
- Apaga los dispositivos que no utilices: ahorra y refresca tu hogar al mismo tiempo
Los dispositivos que están en funcionamiento emiten calor y hacen que aumente también la temperatura del hogar. Apagar aquellos que no se estén utilizando es una acción clave para mantener fresco tu hogar al mismo tiempo que ahorras energía. Es importante terminar con el stand by ya que mientras los equipos estén en ese estado, siguen consumiendo energía y emitiendo calor. Los enchufes inteligentes pueden ser de gran utilidad para erradicar con el stand by. ¿Te parece un gesto insignificante? Comprueba el consumo que puedes ahorrar al cabo de un año con distintos dispositivos.
- Y en el caso de que estén encendidos, ¡sácales el máximo partido!
Exprime las capacidades de los dispositivos que estén encendidos. ¿Cómo? Utiliza, por ejemplo, los puertos USB de ordenadores, televisores o GATEs para cargar otros aparatos como móviles o reproductores de música.
- Es verano ¡aprovéchalo!
Haz del buen tiempo y de los días más largos tus mejores aliados: utiliza la luz solar y disminuye el consumo de luz; aprovecha las altas temperaturas para tender la ropa al aire libre y dale a la secadora unas merecidas vacaciones; y disfruta de los planes fuera de tu hogar y ahorra en electricidad.
El verano puede ser una magnífica época del año para ahorrar en el consumo eléctrico. Sigue estas recomendaciones, procura hacer siempre un consumo responsable de la energía y ¡disfruta de esta estación!
Y ¿tú? ¿Conoces algún otro consejo para ahorrar energía este verano? No lo pienses dos veces y ¡compártelo!